Si crees que es suficiente hacer ejercicio justo antes de la temporada de bikini, piénsalo otra vez. Somos mucho más que tallas y números.

Sí, llegadas estas fechas, muchas personas quieren dejar atrás esos 2 ó 3 kilos de más, quieren tener piernas de hierro, un abdomen más plano  y un culo en buena forma. Pero estas son metas a corto plazo o metas transaccionales.  Aunque no hay nada malo en tener estas metas, yo  te animaría a pensar de forma diferente sobre el ejercicio, es decir, a pensar a mayor escala. “The big picture” o “el gran reto”       es conseguir esa meta a largo plazo que te cambie desde hoy, mañana, dentro de 50 años, y hasta el resto de tus días.

Sí, el ejercicio es el nuevo juego de la vida.  Hacemos ejercicio para que cuando nos despertemos por la mañana y tengamos que estar sentarnos o/y estar de pie en el trabajo durante horas, no sintamos dolor al haber corregido nuestra postura, y haber tenido una alineación correcta del cuerpo. De esta manera, tras la jornada, podremos practicar nuestro deporte favorito, participar en las actividades físicas con nuestros hijos y nuestros nietos. El ejercicio, también, nos permite viajar por el mundo y subir los escalones necesarios para ver los sitios turísticos más fascinantes que hayamos soñado. Y sobre todo, para que podamos hacer medias maratones con 80 años, si así lo deseamos. En resumen, estas son las razones por las que hacemos ejercicio. Es decir, para mejor nuestra calidad de vida, y disfrutarla con las personas que amamos por muchos años.

¿Cuál es el mejor ejercicio para mantenernos?  El ejercicio que más te apasione, el ejercicio que te mueva y te motive, y aquel que te ayude a olvidarte de que realmente estás haciendo ejercicio, porque te divierte y te ayuda a estar en el momento presente.  Sí, la razón por la que hacemos ejercicio, es para mejorar la calidad de vida. Y también, porque la temporada de bikini viene y va.

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