Es una pregunta que surge muy a menudo en mi clase. Hay dos razones fundamentales por las que usamos pesas en la clase.
La primera razón es porque en el yoga tradicional, muchas veces usamos los músculos que apoyan la parte frontal del cuerpo (los pectorales, el núcleo, los cuádriceps), mientras la parte posterior del cuerpo a menudo, se ignora. Para complicar la cosas, vivimos nuestras vidas en el plano sagital, es decir, de pie o perpendicular al suelo. Esto significa que nuestros cuerpos tienden a moverse hacia delante (Por ejemplo, cuando estamos caminando, conduciendo, trabajando en la ordenador, o cepillando nuestros dientes). Como consecuencia de esto, nuestro cuerpo y también nuestro esqueleto tiende a inclinarse hacia delante. Si no estiramos y fortalecemos todos nuestros músculos superiores de la espalda, (los romboides, los trapecios, y músculos dorsales), -es decir, aquellos músculos responsables de estirar nuestros cuerpos y esqueletos hacia atrás-, después de un tiempo, nuestro cuerpo comienza a encorvarse y redondearse. Esto puede provocarnos tener una mala postura y ser más susceptibles a sufrir lesiones. ¿Así que, qué tienen que ver las pesas? Cuando usamos pesas en yoga, incorporamos ejercicios, que específicamente se enfocan en la parte superior de la espalda. Con los ejercicios de pesas apretamos nuestros omoplatos hasta juntarlos y posteriormente los estiramos hacia abajo. De esta manera, fortalecemos estos músculos, y creamos un equilibrio corporal idóneo y saludable.
La segunda razón, es porque el uso de las pesas ayuda a fortalecer nuestros huesos. Tendemos a olvidar que nuestros huesos están vivos y si les sometemos a un estrés sano, los huesos crecen. Por ejemplo, cuando estamos en postura “Guerrero 2” y realizamos flexiones de bíceps con las pesas, el músculo que se encuentra junto al hueso se refuerza, y por tanto se obliga al hueso a ser más fuerte. Con ello, también acostumbramos al hueso a soportar peso adicional. Como consecuencia, los huesos se fortalecen y son menos susceptibles a sufrir lesiones u osteoporosis (por ejemplo, los huesos que están frágiles son más susceptibles de sufrir fracturas). A medida que envejecemos, más debe importarnos este tema, porque con la edad perdemos densidad en los huesos. Por suerte, añadiendo las pesas a la práctica de yoga, se puede contrarrestar este efecto del envejecimiento y nos permite tener unos huesos fuertes y sanos. Por consiguiente, ¿Por qué no añadir pesas a tu entrenamiento?